Las pajitas llevan acompañándonos desde prácticamente el principio de los tiempos, y es que se trata de un invento sencillo pero muy versátil que puede aplicarse sin problema a todo tipo de bebidas. Si bien las más populares son las de plástico, con las que contamos desde hace eones y del cual existen varias variantes en función de colores, formas, extensión o accesorios, han empezado a surgir más alternativas dentro del sector de las pajitas para dar con materiales diferentes, en algunos casos con el objetivo de cuidar en mayor medida en medio ambiente.
En este artículo analizamos los tipos de pajitas existentes hoy por hoy, desde las clásicas hasta las desechables respetuosas con el medio ambiente, incluyendo asimismo las pajitas reutilizables que cada vez están obteniendo más popularidad. ¡Vamos a verlas!
Pajitas de plástico
Las pajitas de plástico son las pajitas clásicas de siempre, pero pese a ser las de mayor antigüedad en el mercado siguen siendo las más vendidas por su rentabilidad, ya que su relación calidad-precio es muy beneficiosa para el comprador, de ahí que todavía sean las más populares. Se trata de pajitas muy versátiles y resistentes, por lo que son ideales para cualquier tipo de bebida: desde zumos, refrescos o cócteles hasta batidos o licuados.
Su material es muy resistente, es impermeable y libre de fugas. Se trata de un objeto más simple que un garbanzo, pero no cabe duda de que hizo falta ingenio para dar con él, pues cuenta con un pliegue ideal para que resulte cómodo para el usuario beber con pajita y si se dobla cualquier otra parte de la misma vuelve fácilmente y sin roturas a su posición original. En Hostelbio cuentan con un catálogo muy variado de este tipo de pajitas, algunas de ellas incluso orientadas a bebidas específicas como mojitos o granizados, y en su precio podemos ver el motivo por el cual sale tan rentable para el comprador obtener este tipo de pajitas.
Pajitas de papel biodegradable
Desde hace algunos años ha empezado a surgir como alternativa a las pajitas de plástico las pajitas de papel biodegradable, que cumplen con la misma función de ser de un solo uso pero que, una vez desechadas, se degradan mucho más rápidamente que las pajitas de plástico. Si bien están pensadas para que no se deshagan (evidentemente), tanto su rigidez como su durabilidad deja bastante que desear en comparación con las pajitas de plástico. Además, en ocasiones y dependiendo de la calidad de las pajitas de papel biodegradable que consigas la textura en la boca puede no ser agradable, ya que no deja de ser un sucedáneo del cartón.
Pajitas ecológicas PLA
Dentro del catálogo de alternativas sostenibles a las pajitas de plástico podemos encontrar las pajitas ecológicas PLA, hechas con almidón de maíz. Tienen una calidad algo más duradera y similar a la de las pajitas de plástico en comparación con las pajitas de papel biodegradable, pues son muy resistentes y no se rompen ni dejan un sabor o textura extraño en la boca. Además, están pensadas para que las personas con alergias a alguno de los materiales naturales originales del biopolímero PLA no sufran de ningún ataque de alergia, por lo que no suponen un riesgo para nadie.
Pajitas metálicas
Las pajitas reutilizables parecen haber llegado para quedarse, y una de las más utilizadas dentro de esta clasificación son las pajitas metálicas. Se trata de pajitas con la misma forma que las pajitas de plástico pero están hechas de acero inoxidable, pudiendo incluso encontrarlas plegables pese a que su dureza es claramente mayor. Son resistentes, inoxidables, reutilizables y respetuosas con el medio ambiente. Están orientadas al uso particular, es decir, para que las personas se las compren y las tengan en casa, pudiendo utilizar sus propias pajitas si quieren tomarse algo fuera, pero tiene la clara desventaja de que implica lavarlas después de cada uso, y dado lo estrecho del orificio es posible que no se laven bien si pasa un tiempo sin limpiarlas.
Además, aunque normalmente no suelen consumirse bebidas calientes con pajita, en caso de hacerlo tendrás que tener especial cuidado con este material, pues es probable que la pajita en sí misma se ponga a una temperatura muy elevada y te queme los labios.
Pajitas de bambú
El bambú se ha puesto muy de moda en lo que respecta a alternativas de materiales cotidianos para conseguir el residuo cero, ya no solo con pajitas sino también con cepillos de dientes, por ejemplo. Son pajitas reutilizables y biodegradables, por lo que son el colmo del material respetuoso con el medio ambiente. Se fabrican con tallos enteros de bambú, y aunque es más ligero que el acero es un material increíblemente resistente, y no alteran ni el sabor ni la temperatura ni has de preocuparte por quemarte si consumes con ellas bebidas calientes.
De nuevo, tendrás que limpiar la pajita después de cada uso para poder volver a utilizarla, y para ello necesitarás un cepillo especial para poder limpiar correctamente el tubo.
Pajitas de cristal
Las pajitas de cristal cumplen el mismo propósito que las pajitas metálicas, son más elegantes y son muy resistentes, en tanto que no se rompen con facilidad. Tienen un tacto muy agradable en la boca, y aunque pueden utilizarse sin problema tanto con bebidas frías como con bebidas calientes hay que tener precaución con no hacer cambios bruscos de temperatura porque podrían romperse. Aunque también tienen que limpiarse, al igual que las pajitas metálicas o de bambú, cuentan con la ventaja de que al ser transparentes puedes comprobar si está bien limpia, y además son aptas para lavavajillas.
Pajitas de silicona
Estas pajitas reutilizables están sobre todo orientadas a niños y a aquellos apasionados de los colores llamativos, ya que las pajitas de silicona son las que ofrecen una variedad de colores más amplia dentro de las pajitas reutilizables. Son flexibles y resistentes, contrariamente a lo que son las metálicas, de cristal o de bambú, y son increíblemente resistentes, pudiendo aguantar hasta -40 ºC y 300 ºC (aunque nuestra recomendación es que no consumas ninguna bebida a esas temperaturas…). No son tóxicas, son muy versátiles y tienen una textura suave y agradable tanto al tacto como a la boca, así que son una opción bastante buena si no te importa tener que limpiarlas después de cada uso, también con un cepillo especial.