Si eres un amante de la música o te gusta disfrutar de la experiencia del cine mediante el sonido, sabes la importancia de contar con buenos altavoces. Estos dispositivos son los encargados de transformar las ondas eléctricas que reciben en acústicas y así puedas percibir los distintos tonos del sonido.
Un altavoz tiene diversas partes, las cuales permiten su funcionamiento, como la bobina que recibe los impulsos de la corriente eléctrica. Por su parte, el cono transmite las vibraciones al aire y se crean las diversas frecuencias del sonido.
Además, no todos los altavoces son iguales, diferenciándose por su tecnología, formato o la forma en que incorporan el amplificador. Si quieres conocer un poco más de los altavoces, aquí encontrarás información sobre los tipos que existen, sus partes y las funciones que cumplen.
Tipos de altavoces
Los altavoces se pueden clasificar tomando en cuenta distintas características, como rango de tono, frecuencia, tecnología o uso de amplificador, entre otros:
Altavoces según el rango de tonos
Cuando adquieres un altavoz, puedes percibir los distintos rangos de tonos del sonido (agudos, medios y graves). Esto se logra debido a la presencia de distintos componentes como el tweeter (para los agudos), el driver (para los tonos medios) y el woofer (reproduce los tonos bajos).
Con base a la presencia de estos componentes, los tipos de altavoces, según la capacidad de reproducir este rango de tonos, son:
- De dos vías: en este caso, están presentes el tweeter y driver, considerándose una amplia gama de frecuencias, aunque los graves están limitados. Los equipos suelen tener distintos niveles de potencia y pueden ser de dimensiones reducidas.
- De tres vías: estos altavoces incluyen también el woofer, por lo que tienen una mayor amplitud de tonos, logrando una mayor fidelidad del sonido.
Altavoces según uso de amplificador
Los altavoces pueden o no llevar incorporado un amplificador, por lo que pueden clasificarse en:
- Activos: llevan incorporado el amplificador del sonido, por lo que no requieren una fuente de alimentación de energía externa. Incluyen distintas salidas, tanto digitales como analógicas, capacidad de conexión inalámbrica y se acoplan fácilmente a distintos dispositivos.
- Pasivos: estos requieren un amplificador y un cable de alimentación eléctrica, con una gran capacidad para reproducir el sonido. Se consideran de alta fidelidad, tienen una señal amplificada, la cual separa las frecuencias altas y bajas mediante un circuito.
Altavoces según su tecnología
Para esta clasificación, se toma en cuenta principalmente la estructura de los altavoces y la capacidad para amplificar el sonido:
- De bocina: se cuenta con un driver encargado de transformar el audio en ondas acústicas y la bocina que amplifica el sonido. Permiten proyectar el sonido a una superficie muy amplia y alcanzan niveles bastante altos.
- Dinámico: cuentan con un diafragma cónico, el cual se mueve debido a la formación de un campo magnético. La bobina recibe la señal de audio, haciendo que el diafragma vibre y se amplifique el sonido.
- Electrostático: los mismos presentan una membrana que se recubre con un material conductor. Además, el diafragma es bastante grande, siendo muy eficiente en la reproducción de frecuencias altas, logrando un sonido muy nítido y con muchos matices.
- Subwoofer: está diseñado para mejorar la reproducción de los tonos graves, siendo omnidireccional (el sonido se emite en todas las direcciones). Tiene capacidad para trabajar en un rango de frecuencia entre los 20 hasta 200 Hz.
Altavoces según su formato
Hay altavoces con características especiales que son de nivel profesional, mientras que otros son adecuados para el uso doméstico. Asimismo, pueden tener distintos tamaños, conectividad y modos de instalación:
- De pie: son los grandes altavoces de columna, que vienen asociados a equipos de home cinema. Suelen ser de 3 vías, incluyendo algunos un subwoofer para un mayor rango de frecuencias
- Convencionales: pueden ser de estantería o incorporados a un ordenador, en su mayoría son de 3 vías y activos. Los más modernos cuentan con conectividad inalámbrica.
- Portátiles: son aquellos que llevas a cualquier parte, debido a que incorporan una batería para darles autonomía. Cuentan con conexión Bluetooth para acoplarse a tus dispositivos electrónicos, con potencias medias, son activos y suelen ser de 2 vías.
- Barras de sonido: son altavoces alargados, los cuales se utilizan para conectar a distintos dispositivos, ocupando poco espacio. Son activas, de 2 vías y algunas vienen con un subwoofer, además de contar con diversos tipos de entradas.
- PA: se usan principalmente para reproducir el sonido en presentaciones en vivo. Son de uso profesional, con potencias entre los 500 a 4000 w, siendo pasivos y con gran capacidad de reproducción de todos los rangos de tonos.
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¿Cuáles son las partes de un altavoz?
Para poder reproducir el sonido y que puedas disfrutar de tu música o película favorita, los altavoces están estructurados en 4 sistemas. Los mismos permiten la reproducción del sonido, gracias a los siguientes componentes:
Sistema del motor
El altavoz funciona básicamente debido a este sistema, que está constituido por la bobina y un circuito magnético. Para esto se incorporan las siguientes piezas:
- Imán: está hecho de material conductor, como ferrita o neodimio, es el responsable de producir el campo magnético. Este permite que la bobina se mueva y lleve las vibraciones hasta el cono, para reproducir el sonido.
- Bobina: es el corazón del altavoz, formada por tramas de cable que se arreglan en un soporte, encargada de hacer que el cono vibre. Estos cables suelen ser de materiales resistentes al calor, debido a que esta suele alcanzar altas temperaturas.
Diafragma
Este sistema tiene la función de transformar las ondas recibidas desde la bobina en una señal acústica. Al recibir la vibración proveniente de la acción de la bobina, se produce el sonido y se compone de 2 partes:
- Cono: se encuentra sujeto al molde que forma la bobina y es el responsable del movimiento del aire. Suele estar fabricado de papel o tela, aunque los más modernos son de titanio. Su tamaño, forma y peso, determinan los niveles de frecuencia que reproduce el altavoz.
- Guardapolvos: es una tapa ubicada en el interior de la bobina, la cual suele venir integrada al cono. Tiene la función de evitar que entre suciedad que afecte a la bobina, además de que su peso, forma y tamaño también intervienen en la calidad de reproducción del sonido.
Suspensión
Las partes asociadas a la suspensión tienen el objetivo de centrar el cono para evitar su desplazamiento y posibles daños a la bobina:
- Araña: sujetas al borde del molde de la bobina, está hecha de tela barnizada, para centrar y reforzar a la misma. Suele ser flexible en sentido vertical, pero es rígida en la posición horizontal, a fin de evitar los movimientos de la bobina.
- Borde: se considera un elemento sellador del aire que se encuentra entre la bobina y el cono. Asimismo, es capaz de absorber las desviaciones de la vibración que se transfiere al cono para que mueva el aire.
Canasta
Es el armazón del altavoz, que generalmente está hecha de acero y aluminio. Tiene la función de alinear la bocina con el circuito magnético, teniendo que estar más reforzada cuando se trata de altavoces de gran tamaño.
Diferencia entre amplificador y altavoz
Un amplificador se puede entender como un dispositivo capaz de aumentar la intensidad de cualquier fenómeno. En el caso del sonido, los mismos aumentan las señales acústicas que se reciben, a fin de aumentar la potencia que reciben los altavoces.
Los amplificadores, entonces, hacen que el altavoz pueda reproducir a un mayor volumen y mejor calidad. Son componentes asociados a los altavoces, los cuales pueden estar integrados en su interior (altavoces activos) o venir independientes (altavoces pasivos).
Por su parte, un altavoz es un aparato que tiene la capacidad de convertir la energía eléctrica en acústica. En este sentido, es capaz de reproducir el sonido al lograr que el diafragma vibre y genere ondas de presión sobre el aire.