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Estudiar en casa puede ser muy cómodo para los alumnos, ya que pueden pasar muchas horas en este espacio sin preocuparse por nada y contarán con todo lo que necesitan a mano: ropa, una ducha, comida… Todos los recursos para no perder el tiempo y sin desplazamientos.

Sin embargo, esta puede ser un arma de doble filo y jugar en contra cuando se trata de concentrarse y evitar la procrastinación, algo muy jugoso en la calma del hogar. Por eso hemos decidido ayudarte mostrándote cómo puedes mejorar la concentración cuando estás preparando los exámenes en tu propia casa, ¡toma nota!

¿Cómo mejorar la concentración?

Hay algunas pautas para mejorar la concentración en general y el foco de atención al estudiar en particular. Si las tienes en cuenta es posible que consigas que tu rendimiento sea mucho mayor. Son las siguientes:

  • Organizar el lugar de estudio. Organizar el lugar en el que se va a estudiar va a dejarlo todo a disposición de tu concentración y evitará que te distraigas con otros elementos externos, o por causa del mismo desorden.
  • El descanso. Descansar bien es muy importante para poder concentrarse. No se trata solo de dormir bien por las noches, también de hacer pequeños descansos para despejar tu mente cada 40 o 50 minutos, ya que se estima que no se puede mantener la concentración de un golpe por mucho más tiempo.
  • Alternar los contenidos. Una buena forma de mejorar la concentración es alternar los temas que se van a estudiar para no caer en el aburrimiento, el aturdimiento o la sobre carga. Hacerlo todo de una sentada puede hacer que te desbordes.
  • Una pequeña ayuda tecnológica. Hay excelentes herramientas a tu disposición para mejorar tu concentración con un poco de ayuda externa. Por ejemplo, en https://lomaseir.com/ te ayudan a preparar el examen EIR con videoclases, apuntes, plataforma con preguntas tipo test y todo tipo de iniciativas que te permiten mantenerte atento en todo momento y huir del aburrimiento.
  • Alimentación. Comer bien es vital para contar con la energía necesaria para sobrellevar el día, lo que incluye aquella que gastamos en estudiar y en mantener la concentración. Además, no es conveniente pasar hambre en las épocas de mucho estudio, al fin y al cabo esta será otra fuente de distracciones.
  • Actividad física. El deporte nos hace segregar sustancias maravillosas relacionadas con la felicidad, pero también con la concentración y la memoria. Es importante mantener la actividad física incluso en época de exámenes, Esto también te ayudará a desconectar durante el tiempo que emplees en tus entrenamientos y a despejar tu mente, tan cansada de aprender nuevos conceptos.

Aspectos que afectan la concentración

Algunos factores pueden afectar a la concentración considerablemente, incluso algunos de los que no nos podemos dar ni cuenta por no estar vinculados por el momento del estudio en concreto. Es interesante conocerlos para poder prevenirnos y multiplicar las opciones de éxito en el aprendizaje.

Las condiciones subyacentes

Nos referimos con las condiciones subyacentes a aquellos factores internos que no están directamente relacionados con el estudio en sí o con la propia concentración. Por ejemplo, las personas que tienen síntomas de una depresión, un trastorno de ansiedad o dificultades para conciliar el sueño verán como estos condicionantes les suponen una dificultad para concentrarse en general, también cuando se trata de estudiar.

La mala postura

La postura a la hora de efectuar cualquier tarea nos afectará más de lo que pensamos. Estar en una postura de descanso, tener los pies colgando por la silla o simplemente en un lugar incómodo va a generar una distracción que impedirá el buen estudio.

Efectos secundarios

Hay cantidad de medicamentos que tienen la falta de concentración como uno de sus efectos secundarios más comunes. No nos referimos a medicaciones agresivas o para patologías muy complejas, pues es de lo más común en fármacos tan simples como los analgésicos o los relajantes musculares.

Sobrecarga de información

Los descansos son muy importantes para depurar la información que hemos absorbido. Cuando hay una sobrecarga de información puede resultar complicado mantener la concentración al mismo nivel, por un exceso de datos que debemos procesar. Esto tiene fácil solución, ya que basta con tomarse un tiempo en los momentos adecuados para despejarse.

En entorno

Ni que decir tiene que estar en un entorno ruidoso, con distracciones, con movimientos o demasiado agobiante, dificulta la capacidad para fijar el foco de atención en una tarea. Lo que nos rodea nos afecta más de lo que podamos imaginar, de ahí el éxito de los espacios para el estudio como aulas o bibliotecas.

Trucos y consejos para mantener la concentración durante el estudio

¿Necesitas algunos trucos para ser capaz de mantener la concentración y sacar todo el rendimiento posible a tu sesión de estudio? Aquí te mostramos algunos que son de gran utilidad.

Aleja las distracciones

A lo largo de este artículo hemos visto cómo las distracciones pueden ser grandes enemigas de la concentración y del estudio. El mejor truco para evitarlas es quitarlas del medio directamente. Usa un espacio diáfano que no tenga ruidos, televisión, música u otros atractivos cerca. Si es posible, también es interesante que apagues el teléfono móvil o lo dejes fuera del cuerpo para evitar que las redes sociales se conviertan en una tentación.

Organiza la zona de estudio

Si la zona de estudio está organizada conforme a tus métodos para memorizar o interiorizar los conceptos, ya no tendrás que hacer un esfuerzo extra y podrás concentrarte con más facilidad. Esto será más sencillo cuando emplees el método anterior y hayas retirado todos los elementos de distracción cercanos.

Mide los tiempos

Existen diferentes sistemas para mantener la concentración de una forma intensa intercalando el estudio o el trabajo con pequeños descansos, y además deben aplicarse de una forma cronometrada. Esto consiste, por ejemplo, en concentrarse 50 minutos y descansar 20, o concentrarse 20 minutos seguidos y descansar 5. Lo ideal es que apliques la que más se adecúe a tu tiempo de concentración natural.

Un momento para repasar

Repasar te ayudará a relajarte, concentrarte mejor y mantener la tranquilidad. Cuando empieces a estudiar, recuerda hacer una lectura superficial de todo lo que ya conoces y comprobar qué conceptos has conseguido fijar ya. Es como un calentamiento mental antes de meterte de lleno en la concentración plena.

Acepta la desconcentración

Desconcentrarse en determinados momentos es perfectamente natural, ya que las personas somos distraídas y además tenemos ciertas limitaciones para mantener la atención de una forma prolongada. Abraza esos momentos de desconcentración naturales e incluso escúchalos, pues puede que simplemente tu cuerpo te esté diciendo que necesita un pequeño descanso o un poco de comida.