¿Sabías que en la mayoría de los casos para instalar un cargador de coches eléctricos en tu garaje no necesitas aumentar la potencia contratada? Se trata de una operación que resulta relativamente sencilla, ahora bien, es importante seguir algunos pasos y contemplar varios aspectos legales, sobre todo a nivel de trámites y normativas, para que no tengas ningún problema. A continuación, te explicamos cómo hacerlo.
Verificar la instalación eléctrica del garaje
Lo más aconsejable, antes de hacer nada, es revisar el estado de la instalación eléctrica del garaje. Además, debes tener en cuenta la capacidad contratada y fijarte si será suficiente para soportar el consumo adicional del cargador. Por lo general la mayoría de los cargadores requieren de una potencia de 3,7 kW a 7,4 kW en las instalaciones monofásicas, por lo que suele ser suficiente para la mayoría de los hogares con la potencia que ya tienen contratada. Por otro lado, revisa el cuadro eléctrico y comprueba que tenga espacio disponible para una nueva conexión (además de contar con los elementos de protección adecuados). Por último, tendrás que escoger cuál será el lugar del punto de carga. Lo más aconsejable es que esté cerca de la toma eléctrica para facilitar la instalación y evitar el uso de cables excesivamente largos. Por supuesto, si la instalación eléctrica del garaje no cumple con los requisitos, puede ser necesario aumentar la potencia contratada o realizar modificaciones en el sistema eléctrico.
Escoge el tipo de cargador para coche eléctrico
Si aún no lo has decidido, lo siguiente que debes hacer es escoger el cargador eléctrico y de qué tipo lo quieres. Ten en cuenta que estos varían en función de la rapidez de carga y del conector. En cualquier caso, nuestra recomendación para un garaje privado es el del conector tipo 2 (IEC 62196-2), también conocido como Mennekes. Este conector de corriente alterna es el que viene en la mayoría de los vehículos eléctricos y el más utilizado en Europa, motivo por el que te lo recomendamos, además es el más eficiente para garajes privados ya que permite cargas monofásicas a 16 A hasta las trifásicas a 63 A, lo que viene a ser las potencias de 3,7 kW a 44 kW, respectivamente.
Solicita los permisos necesarios para la instalación eléctrica del cargador
En el momento de instalar un punto de carga en tu garaje debes tener en cuenta que hay que realizar unos trámites. En concreto, los trámites en la instalación eléctrica y los de la comercializadora. En el primero de los casos, para la instalación de un cargador de coche eléctrico, es obligatorio inscribir la instalación en el Registro de Instalaciones Eléctricas de Baja Tensión de Industria, trámite que debe ser realizado por un instalador autorizado. Según el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT), se debe presentar una carpeta de baja tensión con la solicitud de inscripción y la hoja resumen de características, una memoria técnica que incluya cálculos eléctricos, memoria descriptiva, esquema unifilar y croquis del trazado, así como el certificado de instalación, que debe entregarse por quintuplicado o según el número de instalaciones receptoras realizadas. Este procedimiento es fundamental para garantizar el cumplimiento de las normativas de seguridad y el correcto funcionamiento del punto de carga.
Por otro lado, para garantizar el correcto funcionamiento del cargador de coche eléctrico, es importante gestionar ciertos aspectos con la comercializadora o empresa de la red eléctrica. Si la potencia contratada no es suficiente, el titular de la instalación puede solicitar un aumento de potencia a la comercializadora mediante una modificación del contrato, trámite que se realiza fácilmente por teléfono o de forma telemática. En caso de que la nueva potencia requerida supere el límite admisible de la instalación de la vivienda, será necesario modificar la instalación eléctrica, siguiendo los mismos procedimientos de registro y certificación. Además, se recomienda optar por una tarifa “super valle”, que permite recargar el vehículo durante las horas nocturnas a un menor coste, optimizando así el consumo energético y reduciendo gastos.
Nuestra recomendación es que contactes con un instalador profesional, como Cargacar, ya que —como comentábamos— en ciertos aspectos es obligatorio contar con un electricista certificado. La ventaja de Cargacar es que, además, se encargará de todo el proceso, tanto de la tramitación de las autorizaciones, como de la atención y la revisión de la instalación con soluciones personalizadas para cada cliente. La ventaja de contar con un profesional, además de tener todo en regla, es que garantizará que el sistema sea seguro y cuente con las protecciones necesarias contra sobrecargas y cortocircuitos. Además, podrá optimizar la gestión de la potencia y tarifas eléctricas para reducir gastos. Por otro lado, debes saber que en algunos casos es posible acceder a subvenciones o ayudas para la instalación de puntos de carga, lo que hace aún más recomendable contar con un profesional.
La instalación definitiva del cargador de coche eléctrico
Por último, una vez completados los pasos anteriores, se debe proceder a la instalación como tal. Esto incluye lo siguiente:
- Conexión al cuadro eléctrico: Se instala un circuito independiente con protecciones específicas (diferencial y magnetotérmico).
- Instalación del cableado: Se colocan los cables necesarios desde el cuadro eléctrico hasta el punto de carga.
- Montaje del punto de carga: Se fija en la pared y se conecta a la red eléctrica.
- Configuración del sistema: Algunos cargadores permiten programar horarios de carga o limitar la potencia para evitar sobrecargas.
- Pruebas y certificación: Se verifica el funcionamiento del cargador y se emite un boletín eléctrico si es necesario.