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Cuando hablamos de alquiler turístico y de temporada, en muchas ocasiones tendemos a confundirlo y pensar que realmente hacen referencia a lo mismo. Pero realmente eso no es así.

Como vamos a mostrar a lo largo de este artículo, cada uno de los términos se refiere a una variedad distinta de alquiler. Por ese motivo, vamos a hablarte a fondo de cada uno de los dos y así te será más fácil saber qué opción encaja mejor con lo que estás buscando.

Qué es un alquiler turístico y qué se necesita para hacerlo

Un alquiler turístico es cuando una persona o empresa alquila una propiedad, como una casa, apartamento o habitación, a corto plazo para que los turistas la utilicen durante sus vacaciones o viajes. Este tipo de alquiler es común en destinos turísticos populares y ofrece a los viajeros una alternativa a los hoteles tradicionales.

Para que una vivienda pueda ser considerada como alquiler turístico deberá cumplir las siguientes condiciones:

Propiedad: en primer lugar, la persona que va a poner la vivienda como piso de alquiler turístico debe ser la propietaria de la misma. No está permitido alquilar una vivienda que previamente ha sido alquilada a otra persona. Solo se puede ofrecer como alquiler turístico si realmente la vivienda es propia. Es importante tener en cuenta esto para evitar fraudes. Está penado con fuertes multas.

Promoción: los turistas no van a llegar por sí solos a la vivienda. La tendrás que promocionar para que los turistas interesados puedan alquilar la vivienda. Actualmente hay muchos métodos para promocionar un alquiler turístico. Y gracias a que la demanda es cada vez más alta, puedo asegurarte que no te será complicado encontrar huéspedes, sobre todo si la vivienda está en una buena zona turística.

Permisos: no se puede realizar el alquiler turístico a la ligera, sino que se debe contar con los permisos oportunos para poder cumplir las leyes. Dependiendo de la zona en la cual se encuentre la vivienda, la normativa puede ser una u otra. Es importante informarse para tener la certeza de que realmente se va a cumplir la normativa sin problemas.

Gestión de reservas: como sucede con los hoteles, la vivienda debe contar con un sistema de reservas de calidad. El objetivo es que no se cometa el error de alquilar la vivienda en más de una ocasión. El sistema de gestión siempre debe ser el adecuado para tener la certeza de que todo va a salir correctamente. Además, el sistema de reservas también permite gestionar los pagos o incluso la comunicación con los clientes. Dar una buena imagen es fundamental si queremos que el alquiler turístico siga creciendo.

Atención al cliente: siempre es importante ofrecer una buena atención al cliente para resolver las dudas que pueda tener el turista. No es entregar las llaves y ya, sino que hay que dar un servicio de calidad para que el turista siempre se sienta en buenas manos. Una buena atención siempre es sinónimo de buenas notas. Y esas buenas notas harán que otras personas quieran alojarse.

Limpieza: es fundamental que la vivienda que se va a alquilar como alquiler turístico tenga una buena limpieza. Si el presupuesto te lo permite, puedes contratar a una persona para que haga esa limpieza. Si no tienes capital, siempre puedes realizar ese trabajo tú y así ganar más dinero.

Fiscalidad: ofrecer la propiedad como alquiler turístico también va acompañado de la fiscalidad oportuna. Siempre deberás pagar los impuestos oportunos si no quieres tener problemas con hacienda. Recuerda, la vivienda también debe tener un buen seguro adaptado para evitar posibles problemas.

¿Qué es un alquiler de temporada?

Cuando hablamos de alquiler de temporada, nos referimos al acuerdo de arrendamiento de una propiedad por un período específico del año, usualmente vinculado a temporadas de alta demanda turística, como el verano, el invierno o festividades particulares. La duración puede variar, desde unos pocos días o semanas hasta varios meses, adaptándose tanto a estancias cortas como largas. Estos alquileres son comunes en destinos turísticos donde la demanda de alojamiento cambia según la época del año, como las zonas costeras en verano o las estaciones de esquí en invierno.

Optar por un alquiler de temporada puede brindar una alternativa flexible y cómoda para aquellos viajeros que desean disfrutar de una estancia prolongada en un lugar sin comprometerse con un contrato a largo plazo. Además, para los propietarios de viviendas o apartamentos, esta opción puede generar ingresos adicionales durante los períodos de mayor demanda turística.

Si realmente quieres tener la certeza de que con el alquiler de temporada no vas a tener problemas con los inquilinos ni los pagos, te recomiendo contratar el servicio de la Sociedad Española de Alquiler Garantizado. La misma te permitirá asegurar el alquiler a cambio de una pequeña cuota, lo que hará que el alquiler sea mucho más seguro para ti. Además, te darán asesoría y te ayudarán con diferentes trámites. Así todo te resultará mucho más fácil y podrás tener la certeza de que alquilar no presenta ningún riesgo. Es mejor pagar una pequeña cuota a SEAG, que no tener el miedo al impago o daños importantes por parte de los inquilinos.

Principales diferencias entre alquiler turístico y de temporada

Ahora que ya conoces los dos tipos de alquiler, queremos mostrarte algunas de las principales diferencias. Así te será más fácil saber qué opción encaja mejor con tus necesidades.

Duración del alquiler

La principal diferencia entre los dos tipos de alquiler es la duración de cada uno de ellos.

Mientras que el alquiler turístico puede tener una duración de varios días a pocas semanas, el alquiler de temporada suele durar varias semanas y sobre todo meses. Al fin y al cabo, el alquiler de temporada se hace a medio y largo plazo. Dependiendo del objetivo que busques, tendrás que elegir entre una opción u otra.

Fin del alquiler

Cuando se apuesta por el alquiler turístico, siempre se apuesta por el alquiler que va dirigido a los turistas que quieren ver una zona durante un periodo de tiempo pequeño. De aquí que este alquiler no suela ser superior a los quince días.

El alquiler de temporada es el que va dirigido a un tiempo más prolongado. En ocasiones puede durar varios meses. Todo dependerá de las necesidades de la persona que solicite el alquiler.

Regulaciones

La regulación siempre es mucho más alta para los alquileres turísticos que para los de temporada. Pero independientemente de la opción elegida, el propietario siempre deberá cumplir las regulaciones y requisitos para evitar problemas.

Precio y demanda

Normalmente los precios del alquiler turístico suelen ser más elevados debido a que el periodo de duración es más corto. Además, este tipo de alquiler tiene más demanda que el de temporada, de aquí que el precio se pueda permitir el lujo de ser más alto.

Los alquileres temporales suelen tener precios más estables y no van tan vinculados a la temporada en la cual se ejecuta.